Ema Sandoval es una empresaria que, con hechos, nos muestra como la fe mueve montañas, transformando vidas y convirtiendo sueños en empresas. Su historia es una historia llena de fe y valentía. Nuestra cliente logró dar continuidad al sueño que emprendieron sus padres 60 años atrás, hoy su empresa genera empleo que beneficia a 16 familias.
Sus colaboradores son coequiperos que creen en ella y además le permiten cumplir una misión social.
¿Cómo empezó todo?
… ”Al principio no tenía nada, apenas las personas que creían en mí y un par de máquinas donadas por mi padre. Para mí era un sueño pensar en tener un almacén, ni siquiera tenía cómo pagarlo, sin embargo, como por gracia de Dios, el dueño de un local muy bien ubicado en el barrio la Soledad termino entregándomelo sin ninguna condición y permitiéndome pagarlo como pudiera, comenta Emma sonriendo con gratitud.